Asfalto en Frío

La mezcla asfáltica en frío, es una mezcla de agregado mineral con o sin relleno mineral, con asfalto emulsionado o rebajado. Ésta mezcla, es producida con asfalto que ha sido emulsionado en agua antes de mezclarlo con el agregado. En este estado de emulsión, el asfalto es menos viscoso y la mezcla es más fácil de trabajar y compactar. La emulsión, romperá luego de que suficiente agua se haya evaporado y la mezcla en frío comienza a tener una buena resistencia. Todo este proceso se lleva a cabo a temperatura ambiente. Basados en el concepto y dada su similitud, las mezclas asfálticas en frío tipo concreto, son las constituidas por la combinación de uno o más agregados pétreos y un relleno mineral (filler). En algunos casos, de ser necesario, con un asfalto emulsionado o diluido con solvente, cuya mezcla, aplicación y compactación se realizan en frío, es decir en condiciones ambientales. Estas mezclas en frío, son utilizadas generalmente como capas de rodamiento, material para bacheo, capa de base o subbase, siendo todas estas empleadas en rutas de bajo tránsito. Su mayor aplicación es el curado de baches en los pavimentos flexibles.

Según la definición del Instituto del Asfalto, los baches: son roturas de la superficie, que penetran hasta la base o por debajo de ella. Para la reparación de este tipo de deterioros, se podrán utilizar las mezclas en frío tipo concreto, seleccionando la que más se adecue a la envergadura de la rotura, de acuerdo a sus características granulométricas y textura superficial. Así, en baches con profundidades inferiores a 5 cm, aproximadamente, se utilizan las mezclas donde el tamaño máximo de las partículas minerales es del orden de 6 mm.